¿Qué es la cardiología del deporte?

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Dra. Mª Dolores Masiá

Responsable de la Unidad de Cardiología Deportiva de la Clínica HLA Vistahermosa Alicante

En ocasiones se piensa que la cardiología del deporte se limita a valorar a deportistas sanos, pero la realidad es que esta parte de la cardiología, no reconocida como subespecialidad, va mucho más allá.

 

Para empezar es necesaria una buena formación específica en este área y un profundo conocimiento sobre fisiología del ejercicio físico y de deporte en general, ya que son fundamentales para una correcta valoración. Los conocimientos específicos del cardiólogo sobre ejercicio físico es algo de lo que se habla muy poco durante la carrera de Medicina, lo cual no tiene mucho sentido dada su relevancia.

 

Una de las principales funciones de un cardiólogo deportivo es valorar si el paciente presenta una cardiopatía que le pueda ocasionar un posible evento fatal o que le haga modificar su práctica deportiva.

 

Los deportistas de alta intensidad presentan adaptaciones cardiológicas que pueden dificultar en gran medida el diagnóstico diferencial con una cardiopatía.

 

Por este motivo, el cardiólogo debe ser capaz de identificar a la perfección el tipo de deportista que tiene delante y valorar si los hallazgos que se encuentren en el estudio se pueden justificar por las adaptaciones específicas producidas por el tipo de ejercicio físico que realiza puede o son hallazgos patológicos que necesitan un mayor estudio.

 

En un segundo acto, cuando por desgracia se ha diagnosticado una cardiopatía, el papel del cardiólogo deportivo debe ser explicar al deportista si presenta o no limitaciones en su práctica deportiva y hablar sobre prescripción de ejercicio físico.

 

En resumen, la cardiología del deporte no solo trata de valorar a deportistas sanos, ni se reduce a firmar un certificado de aptitud deportiva. Por el contrario, la cardiología deportiva debe encargarse de valorar íntegramente al deportista, saber si su corazón está bien adaptado a su deporte, intentar reconocer si es posible que se encuentre sobreentrenado y tener los conocimientos suficientes para aconsejar sobre la prescripción de ejercicio físico en el deportista al que se le ha diagnosticado una cardiopatía.

 

Asimismo, esta disciplina requiere rodearse de un buen equipo de confianza, como fisioterapeutas y entrenadores a los que poder derivar casos concretos de deportistas, trabajar con ellos y asegurarnos que las recomendaciones aportadas se vayan a llevar a cabo de una forma certera y segura, para que el tratamiento sea eficaz.

 

Por último, es importante tener presente que un buen reconocimiento cardiológico deportivo no es únicamente una prueba de esfuerzo. Debe ser el profesional médico el que aconseje e informe sobre los estudios requeridos, así como de sus posibles limitaciones.

 

El ejercicio físico es la herramienta más poderosa que tenemos para preservar nuestra salud y mejorar nuestra calidad de vida, debemos fomentarlo e intentar que la población lo practique de la forma más segura. Ese es el principal objetivo de la cardiología deportiva.